top of page

Abandono a personas consideradas fuente de valores y sabiduría

Por: Ojo Crítico.


Impacto psicológico y secuelas emocionales


La razón más común del abandono se debe a que las personas de la tercera edad ya no pueden tener una vida laboral, o tienen dificultades físicas por lo que se vuelven una carga económica para sus familias.


En todo el país hay diversos asilos donde constantemente se reciben adultos mayores. Existen programas que ofrecen el apoyo a estas personas como: la Asociación de las Señoras de la Caridad de San Vicente de Paúl, ASCASVIP; el Comité Nacional de Protección a la Vejez, CONAPROV; Programa de Aporte Económico del Adulto Mayor; entre otros.


El cuidado de ancianos es algo complejo, ya que requieren cuidados especiales como: psicológicos, emocionales, físicos de higiene y salud. En la situación actual, han sido los más afectados por la alta probabilidad de contagio de Covid-19 y poca esperanza de superación de la enfermedad.


Actividades recreativas dentro del asilo. Foto: Asilo San José Villa Nueva.


Según la licenciada en psicología Patricia Orozco, donde más se verá perjudicado el adulto mayor es en lo emocional, siempre y cuando no tengan algún problema de salud. La edad de la persona influye mucho en cómo le afectará el abandono, pero comúnmente la situación les produce tristeza que lo puede llevar a la ansiedad y depresión.


Cualquier tipo de abandono tiene consecuencias sobre la víctima, que llegan a afectar a las emociones, sentimientos y la salud. Estas pueden llegar a ser la ruptura total de comunicación con sus amigos, familia o la comunidad. Aislamiento social, sentimientos reprimidos, rompimiento de los lazos afectivos, aumento de la sensibilidad, molestia ante el ruido, cambios en la percepción de la realidad y posible desequilibrio de personalidad.


Al momento que una persona de la tercera edad es abandonada se tiene que verificar cómo se encuentra el paciente. La ventaja de que la familia tome la decisión de internarlo en un asilo es que se puede obtener su historial médico, y darle seguimiento. Cuando no se cuenta con ningún tipo de información, es esencial que se le realicen evaluaciones médicas y psicológicas, para saber en qué categoría se va a mantener, explicó Orozco.


Maltrato a personas de la tercera edad


La Organización de las Naciones Unidas estipula que a partir de los sesenta años cualquier persona es considerada de la tercera edad. Tienen derechos especiales como vivir con independencia, autorrealización, participación y dignidad. En Guatemala en el año 1996 se creó la Ley de Protección para las Personas de la Tercera Edad, esto les da el derecho a pedir pensión alimenticia a cónyuges o familia.


El maltrato es un trato injusto o negligente hacia los mayores provocado por otras personas, causando sufrimiento o daño. Existen distintos tipos de maltrato como el físico que es cualquier daño hecho usando la fuerza; el abuso sexual obligandolos a realizar actos contra su voluntad; maltrato emocional que es amenazar, insultar, humillar y gritar; la negligencia es descuidar a la persona en todos los ámbitos; abuso de bienes es emplear sus pertenencias sin su consentimiento.


“Quienes viven o vivieron maltrato y tienen noción del tiempo quedarán con demasiado temor a que alguien los vuelva a agredir, entonces su reacción es estar siempre callados, quietos, incluso pueden hacerse encima sus necesidades”. Patricia Orozco, licenciada en psicología.

Lo ideal sería que estuvieran al cuidado de agentes de salud, porque con otros tipo de personas se enfocan más en el sueldo a ganar que el bienestar de las personas, formuló la licenciada Orozco.


Si una persona sufre cualquier tipo de maltrato por parte de familiares puede acercarse a la Defensoría del Adulto Mayor de la Procuraduría de los Derechos Humanos, para que se haga cumplir la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar y otorgar seguridad al afectado.


La seguridad que los jueces le pueden brindar es prohibir que el agresor se acerque a su vivienda; hacer que el presunto agresor haga reparación de daños; puede utilizar los instrumentos necesarios sin que el agresor intervenga.



El rayo de luz para el adulto mayor


Existen asociaciones privadas no lucrativas como la Asociación de Señoras de la Caridad de San Vicente de Paúl, ASCASVIP, creada esencialmente para dar servicio social.


Personas de edad avanzada en su lugar de descanso. Foto: ASCASVIP.


Dicha asociación apoya el bienestar de niños y jóvenes en su desarrollo, físico, intelectual, espiritual y no se olvidan de atender a adultos mayores, en los hogares de ancianos y ancianas en dónde se les brinda atención integral para contribuir con el mejoramiento de su calidad de vida.


La asociación ASCASVIP, cuenta en su página de Internet que lleva 35 años al servicio del adulto mayor, fundando el hogar y centro de ocupación de ancianos San Vicente de Paul en 1983.


Cuenta también que actualmente brinda vivienda, alimentación, atención médica, psicológica, fisioterapia, terapia ocupacional, servicio social y de enfermería a hombres y mujeres. Tiene dos hogares, uno se encuentra en la zona 1 capitalina y su atención es solo para mujeres, y el otro en la zona 5 también de la capital, y es de atención mixta.



Atención mixta. Foto: ASCASVIP.


Esta asociación se mantiene gracias al voluntariado, becas educativas para los niños, apadrinamiento de adultos mayores y donaciones en efectivo.


El Comité Nacional de Protección a la Vejez, CONAPROV, establecido por la Ley de Protección a Personas de la Tercera Edad, está adscrito a la Secretaría de Obras Sociales de la Primera Dama de la República. Ambos están facultados para promover, coordinar, impulsar, orientar y realizar programas que busquen el bienestar y seguridad de las personas de edad avanzada.


CONAPROV se une con el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, para celebrar el Día Nacional del Adulto Mayor. En el evento se llevan a cabo actividades como: charlas educativas, toma de presión arterial, pruebas de glucosa, recomendaciones para el cuidado de columna, peso y talla, corte de pelo y manicura.



Celebración Nacional del Adulto Mayor. Foto: IGSS.


El Estado de Guatemala tiene tres leyes que amparan al adulto mayor. Una es la Constitución Política de la República, que en su artículo 51 establece la protección a los menores y ancianos.


La segunda es La Ley de Protección a las Personas de la Tercera Edad, Decreto 80-96, el cual establece que se es adulto mayor a partir de los 60 años; y por último, el Decreto 85-2005, que garantiza atención de las necesidades básicas de las personas mayores de 65 años.


Dentro del programa indica que se otorga mensualmente un aporte económico por parte del Estado a los adultos mayores de 65 años que se encuentren en situación de pobreza extrema o discapacidad física, psíquica o sensorial. El monto es de cuatrocientos quetzales mensuales y se hace entrega por medio de bancos que formen parte del sistema bancario nacional.



Gráfica de datos sobre la cantidad de adultos mayores fallecidos por Covid-19.


Los adultos mayores son uno de los grupos más grandes de riesgo frente al avance del coronavirus, presentando la mayor tasa de fatalidad ya que el total de decesos en adultos de sesenta años en adelante presentan una tasa de mortalidad del cincuenta y dos por ciento sobre el total de fallecidos por Covid-19, estando ligeramente por encima de la mitad de muertes en Guatemala.


Desde el inicio de la pandemia del Covid, se comprobó que el grupo de edad más vulnerable son los adultos mayores. Enfrentan un mayor riesgo por su inmunidad y porque poseen más probabilidad de padecer enfermedades, como la diabetes, el cáncer o la hipertensión. En caso de contraer el virus, la probabilidad de sufrir complicaciones severas e incluso la muerte es alta.


La pandemia ha puesto en evidencia la fragilidad de los sistemas de cuidado más sólidos en el contexto de una emergencia sanitaria causada por enfermedades infecciosas, es por esto que es preocupante la cantidad de adultos de la tercera edad que son abandonados y dejados a su suerte dentro de un sistema que no da para más.


Una pequeña parte de la sociedad que forma parte de la historia de Guatemala es usualmente abandonada y descuidada. Todos son dignos de mantener una vida plena e independiente. Las personas de la tercera edad tienen experiencia en la vida, son personas conservadoras sabias y con valores.


 
 
 

Comentários


bottom of page