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10 años de Revolución avanzada y 65 de Retroceso

Editorial Ojo Crítico

Al conmemorar otro aniversario de la Revolución de Octubre de 1944, el pueblo guatemalteco se encuentra ante un escenario sombrío con una nueva estrategia del pacto de corruptos, mismo que encabezan diputados, las cámaras empresariales reunidas en el cacif, con el único objetivo de mantener intacto el sistema opresor actual, cuyos rasgos principales son la injusticia, violencia, empobrecimiento de las mayorías, corrupción y represión.


Una situación similar a la actual es la que provocó la gesta revolucionaria del 44; la visión de futuro de su dirigencia les llevó a tomar la más importante acción política con la promulgación de una nueva Constitución de la República de Guatemala que permitió una serie de cambios sociales en beneficio de la población, entre ellos un Código de Trabajo acorde a los intereses de la clase trabajadora.


La creación del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, la autonomía de la Universidad de San Carlos de Guatemala y de los municipios, impulso del salario mínimo para los territorios rurales, la instalación de las escuelas tipo federación en las que se difundía el pensamiento democrático desde la infancia, fueron revestidos de material didáctico perdurable en relieves y pinturas murales que coadyuvaban a fijar la idea de bienestar social sobre el individual.


Promoción del deporte y la construcción de la Ciudad de los Deportes zona 5, en el aspecto cultural, se creó el Ballet Guatemala, se incentivó la economía con la construcción de la carretera al Atlántico, nacionalización de la empresa eléctrica, construcción de hidroeléctrica Jurún Marínalá y la promulgación del Decreto 900 Ley de Reforma Agraria, que permitiría distribuir la tierra a las familias campesinas.


La intervención de Estados Unidos para proteger sus intereses más las familias criollas locales, terminaron con la época revolucionaria e impusieron lo que actualmente vemos en la realidad nacional, resultado de aquello, actualmente se criminalizan las luchas sociales principalmente las que buscan protección y defensa de los bosques, el agua y la madre tierra, las luchas de las mujeres y de otros grupos sociales a los que se considera minorías.


Prueba de ellos los asesinatos en la cumbre de Alaska, Totonicapán; el encarcelamiento de personas que defienden territorios y expulsar a los pueblos originarios de sus territorios para ponerlos a disposición de los proyectos corporativos para la extracción minera y del narcotráfico como pago por deudas contraídas, lo cual genera inestabilidad, la imposición del ejército de Guatemala para volver a reprimir a la población y el rompimiento del tejido social y la eliminación de una convivencia pacífica.


Las acciones políticas y la posición política del presidente electo demuestra que aumentará el impulso de la agenda neoliberal, su adhesión al pacto de corruptos y su atención a las directrices del gobierno estadounidense. Por tanto, se avizora otro período en el que los proyectos de minería, la palma africana y las hidroeléctricas de las grandes corporaciones internacionales se reposicionarán, ya que cuentan con el apoyo de la oligarquía guatemalteca en menoscabo de los intereses y derechos humanos integrales del pueblo.


La recomposición del pacto de corruptos, luego de lograr expulsar a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG, los ha llevado a crear comisiones ilegales con diputados corruptos, atentar contra la institucionalidad que tanto dicen defender; lo que constituye una violación a la Constitución, a tratados internacionales y a las leyes específicas, ya que la investigación y persecución penal es potestad exclusiva del Ministerio Publico y la jurisdicción de juzgar y ejecutar lo juzgado corresponde al Organismo Judicial, en un Estado de Derecho.


Ante el escenario descrito, la unidad de todo el pueblo, como clase trabajadora, es ahora una urgencia inaplazable, se terminaron las excusas y pretextos para no unirse, la patria lo demanda, las precarias condiciones materiales y espirituales de nuestra existencia así lo reclaman. En correspondencia a las gestas revolucionarias del heroico pueblo de 1944 debemos luchar con audacia y unidad de acción.

 
 
 

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